Señor mío, la noche se hace presente en mi hogar y yo me dispongo a reposar mi cuerpo para buscar un descanso reparador e intentar hacer cosas mejores el día de mañana. Te agradezco porque hasta ahora permaneces conmigo demostrándome que soy importante para Ti, Oh bendito Señor.
Bendito Señor, la mañana no puede empezar sin que no deba agradecerte las múltiples bendiciones que pones en mi vida. Como no adorarte y alabarte cuando eres el único amor real para mí. Gracias porque me brindas todo lo necesario para poder vivir y ser feliz.
Gracias, Oh Señor mío, porque una noche más estás a mi lado para protegerme y cuidarme. Gracias te doy porque haz permitido que encuentre el camino de regreso a mi hogar con buena salud y lleno de alegría al saber que mañana será un mejor día.
Señor todopoderoso, un nuevo día inicia para mí y debo de agradecerte porque permites que goce de buena salud y de una familia hermosa. Esta mañana quiero que te conviertas en el sostén de mi vida, en la roca donde pueda construir mi hogar y en mi piedra angular porque sin Ti no podría continuar.
Amado Señor, gracias nuevamente por el día que llega a su fin. Que la oscuridad de la noche solo esa una transición hermosa donde pueda descansar plácidamente y tener un nuevo amanecer con mucho entusiasmo y alegría.
Precioso y adorado Señor, qué hermoso es poder tener la fortuna de despertar esta mañana, mirar a mi alrededor y darme cuenta que me has bendecido con un día nuevo, con un día más para disfrutar de tu creación y de todas aquellas bendiciones que Tú tienes preparadas para mí. Mi corazón está totalmente agradecido, pues no hay amor más grande que el tuyo, Señor.
Bondadoso Señor, es de noche y mi única ilusión en estos momentos es poder acercarme a Ti, con un corazón dispuesto a estar en tu presencia, pues quiero darte las gracias por todas y cada una de las bendiciones que me regalaste hoy, por cada momento que atravesé y porque, al finalizar este día, puedo estar en mi casa, sano y salvo, sabiendo que Tú me cuidas y me proteges de todo mal.
Bondadoso Señor, un día más llega a mi vida con la dicha y la alegría de saberme bendecido por Ti. Qué grande y buena es tu misericordia para con tus hijos, mi Dios, pues después de una noche con tu compañía, abro mis ojos y veo el regalo más precioso que pudiste darme frente a mí: la vida en este nuevo amanecer. Gracias, Padre bendito, por tu amor, por tu gracia y porque en estos momentos tomas mi oración.
Dios Todopoderoso, me dirijo a Ti con mucha fe y devoción en esta noche, pues quiero encomendarme a tu presencia en estos momentos en que el día se termina. Qué bonito es saber que llega la noche y yo puedo sentir tu presencia acompañando y guiando mi vida. Muchas gracias Señor, por todas las cosas que me sucedieron hoy, por aquellas que me causaron alegría y por aquellas otras que no salieron como esperaba, pues dentro de cada situación, hay un aprendizaje que Tú me regalas, bendito Padre.
Divino Señor, los rayos de sol caen sobre mi ventana, en señal de que un nuevo día ha iniciado. Me pongo en pie y solo puedo darte las gracias, bendito Padre, pues has tenido misericordia de mí, me has cuidado durante la noche y ahora me regalas un nuevo día lleno de oportunidades para cumplir todos mis sueños y mis anhelos.