Amado Señor, la noche ha concluido y los rayos del sol anuncian la llegada de un nuevo día. Todo se aclara y me despierto con muchas ganas de realizar acciones mucho mejores que ayer. Dame la fuerza y la valentía que necesito para afrontar mis pruebas. Bendito Señor, quédate a mi lado y cuida mis pasos.
Amado Señor, una noche más nos acompaña y el día llegado a su final. Me pongo de rodillas delante de Ti para agradecer todo lo bueno que haces conmigo. Señor eres la única razón por la que soy feliz, gracias por estar a mi lado al final del día. Vigila mis sueños mientras duerma y no permitas que el enemigo se apodere de nosotros.
Bendito Señor, gracias por concederme un nuevo día para vivir. Señor de mi vida, esta mañana quiero llenarte de alabanzas, de glorias y honras porque eres bueno y porque tu amor es eterno. Gracias porque tienes el detalle de prestarme salud en este día tan importante para mí.
Señor todopoderoso, me postro ante tu presencia para darte gracias por este día. Gracias porque durante toda mi jornada estuviste a mi lado, gracias porque descansaré con miles de ilusiones en mi mente. Gracias porque no dejas que mi esperanza muera y porque impulsas mi corazón a ir siempre hacia adelante.
Eterno Señor, esta mañana vengo ante Ti para agradecerte por el día nuevo que me regalas. Gracias porque mis ojos se abren hacia un nuevo amanecer, porque me diste un descanso reparados, porque tengo una oportunidad más de ser mejor siervo tuyo.
Bendito Padre Celestial, esta noche vengo ante Ti para agradecerte por este día que llega a su final. Gracias por todos los dones con lo que adornas mi vida, gracias porque me regalas momentos para disfrutar y para recordar. Señor, quédate conmigo esta noche cuidándome y protegiendo mi sueño.
Eterno Señor, esta mañana me acerco a Ti para darte gracias por darme un nuevo despertar. Gracias porque me brindas las oportunidad de mejorar como persona y como siervo tuyo. Desde muy temprano siento que tu amor está conmigo y ahora me dispongo a empezar mi día lleno de muchas ganas de conseguir mis anhelos.
Bendito Padre de misericordia, gracias te doy porque, al término de este día, puedo sentir tu presencia envolviendo toda mi habitación. Gracias porque tuve la dicha de compartir muchos momentos el día de hoy. Gracias porque me sentí lleno de felicidad cuando sentía tu presencia conmigo.
Precioso Dios de paz y de misericordia, en esta noche vengo ante tu presencia para darte gracias por el hermoso día que me concediste. Gracias porque me preservaste de los males del mundo y me diste la posibilidad de la salud y así realizar todas mis actividades personales.
Gracias bendito Padre. Sé que esta noche estás cerca de mí, sé que estás escuchando mi oración y que te mantienes fiel en cada momento. Te pido que vigiles mis sueños y que no permitas que nada me perturbe para poder recuperar las fuerzas que gaste en esta jornada. Señor gracias por la salud que me prestaste el día de hoy.