Bendito Rey de mi vida, en esta mañana puedo sentirme envuelto el tu cálido amor a través del sol que estaba en la espera de mi despertar, mientras que sus rayos van desapareciendo todo lo oscuro que hay en mi corazón. Gracias por estos primeros detalles y porque también brindaste este aliento de vida a mi familia.
Todopoderoso Dios, esta noche quiero descansar en tus brazos como un hijo descansa en su padre. Gracias porque en este final del día estás conmigo. Alivia mis cargas y hazme descansar. ¡Esta oración es perfecta para terminar el día! ¡Descansa en la gracia del Señor!
Señor del universo y de mi corazón, la noche se acerca con cuidadoso silencio para invitarme a esta conversación en lo secreto contigo, y lo primero que quiero hacer antes de entregarme al sueño, es darte mi vida en símbolo de completa gratitud.
Misericordioso Señor, en este hermoso amanecer, me despierto para darte las gracias por estar en pie con salud con las energía llenas en mi cuerpo, para poder emprender este día con mucha convicción de que todo lo que me sucede y tengo viene de tu mano.
Rey maravilloso, dame la posibilidad de acompañarme durante este trayecto de la mañana. No dejes que los problemas y las preocupaciones hagan de mi día pesado. Confío en tu amor, mi Dios. ¡Todas las mañanas son perfectas porque tu amor está conmigo, mi Dios! ¡No te vayas sin compartir esta oración!
Señor de misericordia, recurro ante Ti esta noche para agradecerte por el día hermoso que me regalaste. Gracias por todos los momentos que compartí y porque me diste tu bendición. ¡Esta oración es perfecta para terminar el día! ¡Descansa en la gracia del Señor!
Padre celestial, ha llegado el momento de poder descansar, me siento muy fatigado por la rutina de hoy y necesito de Ti para poder recuperarme en, cuerpo, espíritu y mente. He tenido un día lleno de muchas experiencias, de encargos, de pesares y situaciones que pesan un poco.
Adorado Creador, me sorprende poder hallarte en lo más sencillo, contemplar tu hermosura en este nuevo día que me regalas y todo ello, me motiva a empezar este regalo tan preciado con mucha disposición y con la esperanza de que vendrán grandes cosas para mí.
Padre amado, es un día muy especial para mí. Te agradezco por darme la oportunidad de respirar tu creación una vez más. Bendíceme, cuídame y llévame por los caminos de verdad protegiendo mi vida con tu amor. ¡Tu amor y tu bondad nos hace bien! ¡Esta oración sanará las heridas de tu alma!