Dios eterno, descanso en tus brazos y me entrego a tu paz esta noche. Renueva mis fuerzas y dame la tranquilidad de que mañana me despertaré una vez más para seguir adelante en tu camino, mi Dios.
¡Buenas noches mi Dios, acompáñame siempre y hazme orar cada vez con más fervor!
Amén
Amén
Padre misericordioso te halabo y te doy todo el honor y gloria mi amado Padre.
Amen, gracias señor por todo lo que nos a dado estos días, gracias por todas sus bendiciones y por su amor, su bondad y su infinita misericordia.