Dios amado, me regalas tu amor en cada día que amanece. Gracias por permitir que mis ojos se abran para poder enfrentar nuevos desafíos, nuevas metas que conseguir y nuevas oportunidades para amar. Gracias porque me concedes la salud, porque siempre colocas un pan sobre mi mesa para reponer mis fuerzas y energías. Gracias, Señor, por las personas que pones en mi camino para manifestarme tu amor, pues siempre encuentras la forma de ayudare a continuar.
