Glorioso Señor, un nuevo día llega a su fin y el cielo se cubre de estrellas para iluminar nuestros sueños esta noche. Vengo ante Ti, ahora que me dispongo a descansar, para elevarte una plegaria con mucha fe y devoción, pues Tú, mi Señor adorado, estás aguardando que cada uno de tus hijos volvamos la mirada al cielo y clamemos ¡Padre, necesito de Ti!
