Mi adorado Señor, en esta noche me acerco hasta Ti para clamar a tu protección, pero también para agradecerte. ¡Gracias Dios mío! porque hoy tuviste misericordia de mí y me regalaste un nuevo y hermoso día. Cuántas veces, Señor mío, me has regalado innumerables bendiciones y yo he olvidado agradecerte. Es por ello que, a la luz de la luna y las estrellas, hoy mi corazón se regocija en tu presencia.
