Amado Padre Celestial, ha llegado la hora de descansar, mi cuerpo se encuentra cansado y mi alma necesita recuperar su vigorosidad, ha sido un día lleno de experiencias, lleno de cargas y pesares, pero también Señor, ha sido un día lleno de bendiciones, donde a pesar de que la tristeza y la preocupación se asomaron un par de veces, mi fe fue mucho más fuerte que todo lo negativo junto.
Y todo es gracias a Ti mi bendito Señor, que me has enseñado a diario a poder enfrentar mis miedos con valentía y firmeza, porque no me has dejado desmayar cuando en mis días más oscuros he estado.
Me has enseñado tanto Padre amado, y sobre todo me has dado valiosos motivos para seguir luchando, me has dado una familia, Señor, a quienes amo con toda mi vida, me has dado un techo y un cobijo para protegerme de los días lluviosos o simplemente para descansar, me has dado un trabajo, del cual puedo obtener ingresos y darle el sustento a mi familia.
Me has regalado numerosos talentos, que puedo invertir en hacer bien a otros, me has dato padres, que me han formado de la mejor manera, me has dado hijos, a quienes puedo brindar mis conocimientos a través de mi amor por ellos.
Me has dado la capacidad de discernir entre lo bueno y lo malo, pero sobre todo Señor, me has dado mi albedrío, el cual me hace saber que estoy y permanezco a tu lado, por puro amor y devoción, que nada me obliga a amarte, que cada cosa buena que hago, es porque deseo hacer el bien a otros.
Porque me has enseñado sobre la gratitud y el amor a los demás Padre, y no voy a fallarte, quiero ser un faro de luz para mis hermanos, y solo te pido, que me sigas dando vida, para seguir engrandeciendo tu nombre.
No hay nada que en tu nombre no se pueda lograr, mi fe en ti es inquebrantable, y por eso te pido Mi Dios, que cuides a los míos, que nos permitas mantenernos unidos y siempre prestos a ayudar, porque el servicio a los demás es una de las más grandes pruebas de amor de verdad.
Eterno Padre de bondad, espero que tu voluntad se asemeje a mis deseos Señor, y de no ser así, aceptaré agradecido tus bendiciones, con todo mi amor, en el nombre de Jesucristo, Amén.