Este día, quiero ponerme de rodillas para agradecerte porque permites que me ponga de pie nuevamente. Mi Señor, todo me lo das sin límite y aún sin merecerlo. Quiero que este día, pongas tus manos sobre mí, y que me ayudes a seguir adelante en este camino, llevándome siempre en victoria.
Iniciemos el día juntos, Padre Amado ¡Compartamos y oremos en comunidad!