Maravilloso Señor, hoy me presento ante Ti en este hermosa mañana, con un corazón lleno de regocijo, pues tu misericordia es grande con este hijo tuyo y me permites abrir los ojos en un nuevo amanecer. Gracias, Dios mío santo, porque me das el don de la vida, porque me das con este día una nueva esperanza y porque me permites ver tu obra en tu majestuosa creación.