Amado Señor mío, cae la noche y una vez más estoy frente a Ti para entregarte mi vida. Te doy las gracias por permitirme un día más lleno de aprendizajes, pruebas que me hacen más fuerte y sobre todo, por darme este día lleno de bendiciones que reflejan tu infinito amor y misericordia para con cada uno de tus hijos.
