«Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, nuestra ayuda en momentos de angustia.»
Dios es nuestro refugio y fortaleza en momentos de necesidad, brindándonos su ayuda en todo momento.
Dios es nuestro refugio y fortaleza en momentos de necesidad, brindándonos su ayuda en todo momento.
Si estamos cansados y agobiados, podemos venir a Jesús y encontrar descanso en él, aprendiendo de su mansedumbre y humildad de corazón.
Dios nos da fortaleza y ayuda en momentos de temor y angustia, sosteniéndonos con su mano victoriosa.
Debemos esperar pacientemente en el Señor y no preocuparnos por el éxito de otros, sino confiar en que Dios nos guiará según su voluntad.
No debemos preocuparnos por el futuro o el mañana, sino confiar en Dios y vivir cada día según su voluntad.
Aunque enfrentemos dificultades y tribulaciones en nuestra vida, Dios nos da la fuerza y el poder para superarlas y no ser destruidos por ellas.
Si buscamos a Dios y clamamos a él, él nos responderá y nos enseñará cosas grandes y ocultas que no conocemos.
Dios nos protege de todo mal y cuida nuestra vida en todo momento.
Nada puede separarnos del amor de Dios en Cristo Jesús, ni siquiera la muerte o cualquier poder en la creación.
Si buscamos a Dios y confiamos en él, nunca nos faltará nada bueno en nuestra vida.