Poderoso y querido Dios, llega nuevamente la noche, cubriendo poco a poco mi habitación con tus majestuosa presencia y, antes de disponer mi cuerpos en tus brazos para descansar, quisiera conversar cara a cara contigo para decirte que te amo y que me siento muy dichoso por acompañarme en esta aventura que está por finalizar.
Gracias por este lindo día que me regalaste, por todos los momentos que me dejaste compartir y desde lo más hondo se mi vida, me siento agradecido por la paternidad que me brindas, porque a diario escuchas lo que mi corazón te pide, ya sea algo sencillo o complejo.
Dios mío, gracias por las personas que hoy con mucha sabiduría colocaste en mi vida. Por las que eran fáciles de tratar por su amabilidad, buen actitud y compañía, porque ellas me enseñaron a verte con la esencia alegre que tienes y que no muchos recuerdan.
No puedo descansar tranquilamente sin antes dirigirme a Ti de rodillas y con el corazón adolorido, avergonzado por haberte fallado una vez más. Perdón Señor por mis imprudencias, porque no mido mis palabras y lastimo a mi hermanos.
Qué bendición tan grande el poder continuar a tu lado, pese a mi pecado. Gracias porque este día cubriste mis necesidades y no me falto un plata de comida en la mesa, porque tengo ropa con qué vestirme y no sentirme tan vulnerable, por el techo que me brindaste para ir y regresar con calma de mis actividades.
Gracias por todo lo que hoy disfruté y sufrí un poco, porque todo lo que vivo viene de Ti Señor, porque siempre estás tomando con atención todas mis peticiones, mis plegarias y alegrándote en mis alabanzas elevadas con humildad en esta noche.
Porque la gloria, el cielo entero es tuyo y no hay nadie más hermoso que Tú mi Dios. A Ti la gloria entera y el honor por ser quien ha gobernado mi corazón y ablandando mi alma, porque por más rojos que sean nuestros pecados, Tu gracia nos basta para seguir adelante y enmendar todo lo que sea necesario.
Toma esta oración Padre mío, como la ofrenda más preciada que mi corazón tiene. Aleja todo daño que pueda perturbar este gran encuentro y no repara mi ser con este suelo. Si Tú lo quieres, dame una nueva oportunidad de amanecer para seguir contigo y cuida de las personas que más quiero y son muy importante en mi vida, en el nombre de Jesús, Amén.