A pesar de que la noche es oscura, el brillo de Dios lo ilumina todo. Esta noche eleva a Dios una plegaria del alma y cuéntale tus anhelos, tus frustraciones y lo mucho que lo amas, Él no deja ninguna oración sin respuesta. Encuentra la paz conversando con el Señor.
¡Gracias, Padre bueno, por prestarle oído a mis palabras! Comparte esta oración de bendición con los que te rodean.