Por tanto, os digo: No os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

Jesús nos insta a no preocuparnos por nuestras necesidades básicas, asegurándonos que la vida es más que la comida y el cuerpo más que el vestido. Él cuida de nosotros.