El Dios de toda gracia, que los llamó a su gloria eterna en Cristo Jesús, después de que hayan sufrido un poco de tiempo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables.

La promesa de que después de haber sufrido por un tiempo, Dios nos restaurará, fortalecerá y establecerá en su gracia eterna en Cristo Jesús.