
Jesús promete que sus ovejas, aquellos que le siguen y escuchan su voz, recibirán vida eterna y estarán seguros en su mano, protegidos para siempre.
Jesús promete que sus ovejas, aquellos que le siguen y escuchan su voz, recibirán vida eterna y estarán seguros en su mano, protegidos para siempre.