Padre amoroso, qué dicha es poder dirigirme hacia Ti en esta noche que está empezando. Gracias por saber amarme y porque te colocas en el centro de mi vida para darme esperanza y alegría.
¡Termina tu día revestido del amor de Dios! ¡Comparte!
Padre amoroso, qué dicha es poder dirigirme hacia Ti en esta noche que está empezando. Gracias por saber amarme y porque te colocas en el centro de mi vida para darme esperanza y alegría.
¡Termina tu día revestido del amor de Dios! ¡Comparte!