Padre misericordioso, conduce mi vida como un faro conduce a los barcos por el mar. Sé la luz que iluminará mi camino y dame la sabiduría necesaria para poder decidir cosas buenas para mi vida. No permitas que el enemigo pueda apoderarse de mi mente y mi corazón.
Inicia esta mañana con una profunda oración para Dios ¡Compártela!