Confío en Ti, mi glorioso Señor. Quiero que tu mano protectora se pose sobre mí, que alivie mis tristezas y que me de la fortaleza para superar las pruebas. Bendito seas, por siempre mi Dios.
¡Todas las mañanas son perfectas porque tu amor está conmigo, mi Dios! ¡No te vayas sin compartir esta oración!