Categories: Promesas

«Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, quien sana todas tus dolencias.»

Debemos bendecir al Señor y recordar sus beneficios, ya que él perdona todas nuestras iniquidades y sana todas nuestras dolencias en su amor y misericordia.