
La promesa de que al renovar nuestra mente y no conformarnos a los patrones del mundo, seremos transformados y podremos discernir la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.
La promesa de que al renovar nuestra mente y no conformarnos a los patrones del mundo, seremos transformados y podremos discernir la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.