
Dios promete cuidar de nuestra vida diaria, tanto en nuestras salidas como en nuestras entradas. Él nos protegerá y nos guiará en cada paso que demos, en todo momento y para siempre.
Dios promete cuidar de nuestra vida diaria, tanto en nuestras salidas como en nuestras entradas. Él nos protegerá y nos guiará en cada paso que demos, en todo momento y para siempre.