Oración por mis abuelos

Oh Padre de amor inquebrantable, mi corazón se dirige a Ti para adorarte una vez más y decirte lo agradecido que me siento por todas tus maravillosas obras en mi. Porque tu presencia y tus maneras de cuidarme están expresadas en la caricia de mis hijos, en la sonrisa de mis padres y de mis hermanos, en la preocupación y ternura de mis abuelos.

Gracias por la vida de mis abuelos Señor, porque por medio de sus historias, sus grandes experiencias y su amor tan grande, yo aprendo de ellos. Me siento tan bendecido de tenerlos, de haber compartido con ellos, porque los siento  como mis padres mayores. Protégelos querido Dios, son una gran fuente de sabiduría y crecimiento para todas las familias.

Padre de misericordia, cubre con tu manto la vida de mis abuelos y la de los abuelos del mundo entero, pues sus mirada está llena de infinita bondad como la tuya, con las palabras precisas para cada situación y unos labios que comparten cientos de consejos que con prudencia me muestran para que no me equivoque en mi camina, para hacerme madura como hombre, como hijo tuyo.

Dios mío, danos la posibilidad de ser gratos con nuestros abuelos, personas sabias y de mucho amor.

Señor mira con compasión a todos los segundos padres de la tierra, que no pierdan la esencia de ser los pilares de la sociedad. Gracias por hacerlos tan cariñosos y nobles, porque cada historia tiene guardado un tesoro valioso para la vida, tradiciones y costumbres que nos hacen estar más orgullosos de lo que somos como persona.

Haz que siempre sean los maestros de la sabiduría, que mediante su valentía, ellos puedan transmitir de generación en generación a la juventud de ahora, a los futuros frutos de la nueva comunidad, y así fortalezca nuestras mentes y madure nuestro espíritu con sus experiencias maravillosas.

Sin en algún momento, se comportan radicalmente de manera opuesta a lo que eran, ayúdanos a tener paciencia, porque con el pasar de los años se vuelven como niños, se entercan un poco en hacer muchas cosas para no sentirse inútiles, no lo hacen por maldad. Ayúdanos a tratarlos con mucha más dulzura, pues nosotros también fuimos pequeños niños en sus brazos.

Corona de los viejos son los nietos, y la honra de sus hijos, sus padres.

Que nunca seamos ingratos con ellos, ni tengamos el deseo de abandonarlos bajo ninguna circunstancia, que podamos tratarlo siempre con respeto, con mayor atención en amor y misericordia. Ayuda a todos los abuelitos a que puedan vivir con serenidad y a que sean acogidos durante todos los años que Tú les brindes.

Quién como ellos mi Señor, pues sus abrazos y sus mimos son únicos, nunca nos faltan. Quien como ellos bendito Dios para hablar sabiduría y de amor desinteresado que es el mejor refugio para los nietos y todas las personas que necesitan un abrigo.

Llena sus vidas de profunda alegría mi Dios y si tienen el corazón lastimado por heridas del pasado, restáuralos Señor, toca y límpialos de todo daño que hayan podido sufrir para que solo sean huellas en el camino de las cuales los ayuden a ser fuertes, con los malos recuerdos alejados de sus mentes.

Mi Padre bueno, agradezco que puedas darme una oportunidad de disfrutar de mis abuelos, ejemplos y sustentos de vida.

Ten compasión de los abuelitos que han sido abandonados en los asilos o en las calles, ablanda los corazones ingratos de sus hijos para que recuerden todo el amor con el que fueron criados, que perdonen sus errores Señor, pues nadie nace sabiendo ser padres y que por medio de tu misericordia, puedan acogerlos nuevamente en sus hogares y en sus vidas.

Señor de esperanza, enseña a todas las familias de la sociedad, a valorar la presencia y la vida de todos los abuelos. Que puedan ser acompañados con plena disposición a continuar los propósitos que has trazado en sus vidas, mediante la oración puedan ser testigos de todos nuestros logros.

Abrázalos en tu amor absoluto Dios Padre, hazlos sentir felices, pues también son tus hijos Y a nosotros nos da vida poder escucharlos. Que podamos retribuir todo ese amor con gratitud y cuidados, su amor nos ha dejado marcados y cada palabra de ánimos nos sirve para no rendirnos antes las adversidades que la vida nos presenta. Bendícelos hoy y siempre mi Señor, en nombre de tu Hijo Jesús, Amén.