Oración poderosa en momentos de lucha

Mi Padre, mi Señor todopoderoso, me veo en la gracia de dirigirme a Ti, permitiendo que mis palabras lleguen hasta Ti y de esa forma puedas oírme y saber de mí; de aquello que aqueja a mi corazón y de todo lo que le causa alegría. Me dispongo a estar en tu Santa Presencia, Padre amado.

Mi alma está preparada, Altísimo Padre, para la batalla. Hay muchas amenazas, muchos enemigos que buscan verme en la infelicidad, en la angustia. Pero yo resistiré, Dios mío. Mi cuerpo y mi espíritu se aferran a Ti, Todopoderoso, para que me puedas dar la victoria.

Nada ni nadie podrá contra mí, cuando estoy contigo. Los logros que pueda alcanzar, Señor, serán a causa tuya, porque en Tu poder yo me escudo, porque en Tu gracia yo me refugio y sólo así puedo vivir en tranquilidad.

Oración poderosa en momentos de lucha
Rey divino, protégeme y revísteme con tu amor para resistir en momentos de difíciles.

Las tempestades vienen, Señor mío, las tormentas se acercarán y se desatarán sobre mi vida, causándome daños, pero no habrá lugar para el temor en mí, porque Tú me acompañas. No habrá sitio para la duda, mi fe por Ti es inquebrantable, Dios mío.

Aunque transite por caminos difíciles, aunque ande por valles de tinieblas, firme estaré en mi paso porque Tú serás mi guía, Tú serás mi pastor y cuidarás de mí. Señor bendito, en Ti confío y siempre será así.

Todo lo que me rodea me lo has dado Tú, Señor, todo lo que me ha servido para lograr mis metas, para alcanzar el éxito, ha sido porque tu voluntad lo ha permitido. Ahora que estoy en esta batalla, en esta lucha en la que tengo la seguridad que venceré, me doy cuenta de que jamás me has abandonado.

Oración poderosa en momentos de lucha
Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios para que cuando llegue el día malo, puedan resistir hasta el fin con firmeza.

Mis hermanos y hermanas en el mundo, tus hijas e hijas, la creación más maravillosa que tienes, Padre, están librando sus luchas también, Señor. Hay un enemigo común para todos nosotros, que es la desesperanza, la falta de fe y la maldad. Tú danos la victoria, Dios de las alturas, danos la fuerza para vencer y permite que la bondad reine en sus vidas y en la mía.

Puedo decir, Señor mío, que he pecado bastante, que me he equivocado en el tránsito de esta vida que, sinceramente, no es fácil de llevar. Pero reconozco mi imperfección y clamo a Ti por perdón. Dame la purificación que necesito, limpia mi alma y báñame con tu infinita comprensión.

Con qué deleite, Señor, podré decir que Tú eres mi Dios y mi amigo, el único en quien puedo confiar completamente y ofrecerte mi vida, poner todo lo que tengo a Tus pies y dejar que Tu voluntad obre en mí. Tanto me has dado, Señor, tanta bendición que mi existencia recibe de Tus hermosas manos.

Oración poderosa en momentos de lucha
Señor Celestial, llena mi mente de pensamientos de amor para que mi actitud cambie ante la adversidad.

Tengo la seguridad de que me darás lo que te pido, Santísimo Padre, pues como está escrito en Tu santa palabra, a quien pide se le dará, y Tú jamás has incumplido una promesa, siempre has sido fiel.

Mi eterna gratitud sea contigo, mi Padre, todo mi amor sea para Ti, que en Tu reino celestial puedes ver con placer cómo tus hijos e hijas en el mundo cumplen tus leyes y viven su vida de acuerdo a tu mandato.

Oye mis palabras, Padre celestial, sé mi escudo y mi fortaleza en la hora de la lucha. Que tu fuerza me invada por completo y guíame a la plenitud, a la victoria. Te lo pido en nombre de Jesucristo, Rey de reyes, Tu hijo amado. Amén.