Oración para romper las ataduras del pecado

Bendito Dios, otra vez me encuentro ante Ti con el corazón lleno de arrepentimiento, listo para recibir tu bendición. Declaro que solo Tú eres el creador del universo y que en tu inmenso amor nos diste la salvación a través de Jesucristo, Tu hijo, para tener así la vida eterna.

Padre Amado, hoy acudo a Ti como parte de tu rebaño pidiendo que alejes de mí todo pensamiento impuro. Sabes Tú de la lucha constante que tienen tus hijos contra la tentación del maligno. Por eso, Padre amado, imploro para que rompas esas ataduras que el mundo me impone.

Fiel soy a tu palabra, Dios mío. Sin embargo la tentación es fuerte y mi carne sigue siendo carne y por ende débil. Y el mundo, con su maldad aún me llama. No quiero regresar a él, Padre Amado. Por eso, por el poder de tu nombre, ruego para disolver toda atadura con mi pasado carnal.

Oración para romper las ataduras del pecado
Padre, no permitas que caiga en tentaciones ni pecados y que estos me arrastren a mi perdición.

Volver al mundo del pecado es regresar a los caminos de la perdición. Es alejarse de Ti y Tu Santísima Presencia. Por eso, Dios Bendito, levanto mis oraciones para que sean escuchadas por Ti y me ayudes a librarme de las manos del maligno que a cada instante está tentándome.

Rompe toda atadura, Padre Amado. Porque el enemigo está derrotado y no tiene ninguna potestad sobre mi alma que ha aceptado Tu poder. Quiebra toda atadura del mundo y aleja todo pensamiento mundano porque en tus caminos he encontrado la dicha.

Así también oro por mis hermanos y hermanas que en el mundo viven y desconocen de tu amor y salvación. Padre, que tu luz los ilumine que alumbre por el sendero del bien. Porque solo ante Ti ellos pueden ser salvados. Rompe también sus ataduras.

Oración para romper las ataduras del pecado
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

Porque reconozco, Padre, que aún me asaltan pensamientos pecaminosos. Aún el mundo me susurra al oído para que pierda la guía hacia tu salvación. Por eso, Divino Dios, yo acudo ante Ti para poner fin a toda atadura y alejes de mí la mano del enemigo.

Padre Celestial, el corazón tengo lleno de gratitud porque conozco de tus obras y tu misericordia. Sé que actúas con verdad y justicia. Por eso entrego a ti las riendas de mi vida y separes el mal del bien en mi interior y me puedas usar como herramienta para llevar a otros Tu verdad.

Alabado seas, Grandísimo en los Cielos, Alabado seas, Grandísimo en la Tierra. Los montes tiemblan ante tu magnificencia, Dios Amado. Porque Tú has venido para liberarnos de las garras de la esclavitud en las que nos ha sumido el que habita en las tinieblas. Bendito seas siempre, Padre Celestial.

Oración para romper las ataduras del pecado
Señor mío, ordena mis pasos con tu palabra y rompe las cadenas que me atan al pecado.

Dios en las alturas, Tú que todo lo ves y todo lo sabes, actúa sobre mí y líbrame de todo mal, de toda tentación que ante Tus hijos se presenta. Porque sin Ti nada somos y contigo toda la fuerza de tu palabra nos impulsa para el bien. Por eso, Dios, rompe toda atadura en mí que salvo quiero ser.

No hay momento más gratificante que el que Tú nos brindas, Padre Amado. Por eso mis oraciones son todas para Ti. Tú que nos escuchas y nos atiendes con todo tu infinito amor. Guiándonos hacia ese sendero que donde Tú reinas por toda la eternidad.

Bendito seas siempre, Dios Mío. Sé que mis palabras serán atendidas y que Tu obra será realidad sobre mí. Porque yo también soy parte de tu rebaño. Bienaventurado seas, Amado Creador. Te agradezco por tanto amor y por esta oportunidad que siempre me brindas. Bendito seas, Padre amado, por los siglos de los siglos. Amén.