Oración para no caer en la arrogancia

Este día de gloria llego a Ti para ofrecerte mis sentimientos e inquietudes, porque Tú eres el que todo lo creas y todo lo desvaneces, tu santo poder deslumbra mi fe y me guía, Padre amado. Permite que mis palabras puedan alcanzarte, Señor.

Las ventajas de las que algunos gozamos, muchas veces, nos vuelven ciegos ante la humildad de nuestros semejantes. Padre bendito, he caído en el error y te he fallado, mi corazón ciego ante las necesidades de otros, no me permite serenidad.

Miro a mi alrededor y muchas veces, paso de largo ante el sufrimiento ajeno. Yo poseo bondades y virtudes, pero también he pecado en ser indiferente con mi prójimo, he negado ayuda y no me he compadecido de mis hermanos ni mis hermanas, Dios padre, ayúdame a encontrar el camino correcto y transitar por él.

Oración para no caer en la arrogancia
Bendito Señor, todo lo que hago es para agradarte. No permitas que mi corazón caiga en la arrogancia y en el orgullo, porque no vienen de Ti.

Deseo con todo mi corazón, que el día de tu llegada, pueda atravesar las puertas del paraíso sabiendo que he obrado bien, que he ayudado a los otros, que he obrado en misericordia auténtica, pues he caído en cuenta de mis pecados, de la indiferencia con la que me he dirigido al dolor ajeno y sufro ante ello. Apiádate de mí, Dios Padre Celestial.

Dios santísimo, Tú que poderoso eres, que todo lo ves, observa mi alma y mi fe, dame la sabiduría para saber actuar ante la desdicha, dame la bondad para no caer en arrogancia frente a los menos afortunados, no me dejes ciego de fe, Padre amado.

Ahora que me he fijado, observo la desdicha en los ojos de los otros, deseo detenerme y contemplar las noblezas de sus almas, que contagien la mía y saberme dador de humildad y aprecio. Dios todopoderoso, te pido por aquellos que aun caminan altivos e indiferentes, que los sepas guiar de regreso a tu santa bondad, apiádate de sus almas.

Oración para no caer en la arrogancia
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra;
Mas con los humildes está la sabiduría.

Reconstruyo en mí a la persona que deseo ser, ansío identificar mis errores, mis pecados, las veces en las que no te he obedecido para bañarme en tu santa luz, purificar mi destino, guiarme de tu santo nombre para alcanzar tu gracia, Padre de bondad.

No deseo, Dios misericordioso, hacer alarde de las tranquilidades que me ha brindado el destino, pero, en mérito a tu guía y el camino que trazaste para mí, es que gozo de salud y bondades, debo saber ser agradecido ante ti, ante tu poder y tu gracia por hacerme merecedor innecesariamente de mi gozo. Gracias Padre celestial, por todo lo que me das.

Alabado sea tu nombre, Señor hacedor del universo, que tu infinito poder recaiga sobre todos los seres que te habitamos. La dicha de la salvación llegará a nosotros mientras mantengamos la fe en tu gracia eterna.

Oración para no caer en la arrogancia
Altísimo Dios, dame la docilidad y la humildad para saber que todo lo que tengo viene de Ti y por tu santísima voluntad.

Tengo la necesidad de aprender de tu santo poder y humildad. Dame, Dios mío, la sabiduría necesaria para sostener en mi pecho el amor, tus sabias enseñanzas para mostrarme al mundo, puro y noble, no me dejes caer en la indiferencia del sufrimiento ajeno, no me dejes caer en la arrogancia hacia mis hermanos y hermanas, dame bondad, Señor Dios mío.

Porque maravilloso es tu poder, tomas la bondad de tu alma para darnos un espacio de comunicación. Que la eternidad de tu palabra nos cubra, que la santidad de tus enseñanzas sea eterna y no se desvanezca jamás. Gracias, Dios bendito, por escucharme en oración.

A tu hijo, Jesucristo, encargo mis plegarias, pues bendito es su sufrimiento y entrega para salvarnos a todos nosotros sus hermanos, que hemos pecado y que ahora navegamos en la esperanza de la vida eterna. Benditas sus enseñanzas. Vivo entre nosotros, permanecerá. Alabado seas, mi Dios. Amén.