Oración para expulsar los males de casa

Dios de mi vida, gracias por la oportunidad que tengo de entablar un diálogo cara a cara contigo, porque tu disposición es única cuando se trata de escucharme y de atender las necesidades que me rodean constantemente. Gracias por mi vida y la vida de todos los que integran mi familia y mi hogar.

Hoy siendo muy directo pero con mucha preocupación te quiero entregar mi casa, mis seres más querido que habitan en ella y todo mi ser. Pues, mi hogar siempre fue un lugar muy acogedor, donde las risas y la armonía reinaban a diario, pero ahora se ha tornado un ambiente muy conflictivo, donde la intolerancia se pasea por cada espacio mi casa, convirtiéndose en un lugar de muchos pleitos.

Siento temor y mucho pesar, ver en qué se ha convertido ahora mi casa, que la actitud de mis padres, mis hermanos, tío, primos u otras personas incluyéndome, es a la defensiva, todo nos molesta, todo nos fastidia, ya no hay ternura en el trato ni comprensión al escuchar alguna explicación.

Señor de poder, limpia mi casa de los males y danos tu protección de las acechanzas del enemigo.

Tú amado Dios, eres la fuente inagotable del amor en todo su esplendor, ven y reina nuevamente entre nosotros por favor, bendice este hogar y colma cada rincón con el poder de tu gracia, que por la sangre de tu adorado Hijo Jesús, mi familia vuelva a ser la antes, sana la ceguera de sus corazones y bríndales nueva luz para volver a Ti y no soltarnos más.

En tu Santo Nombre, expulsa todo mal que haya sido sembrado por envidia o algún sentimiento de odio, quizás por personas externas o las mismas que habitan esta casa, aleja por tu eterna misericordia y por el sacrificio de nuestro Redentor, todos los problemas, toda enfermedad y peligros que nos sentimos vulnerables en estos momentos.

Tal vez al enemigo ya no le resulta salirse con la suya cuando caía en muchos pecados que envolvieron mi pasado y ahora, con pura maldad a irrumpido mi hogar que para caiga en la tentación, metiéndose con mi familia. No permitas más daño Señor, te lo suplico.

Y fue por toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando demonios.

Sé que el maligno tiene mucha habilidad para hacernos daño, que lo hace y seguirá haciéndolo, pero Tú mi Dios, tu bondad es más poderosa que cualquier mal, rompe las cadenas del pecado y libera los corazones prisioneros por el demonio. Ven y arranca de raíz toda envidia, toda enfermedad, muerte o agresividad que enferma mi casa y expúlsalo con furia de aquí.

Hoy me quiero consagrar a Ti, consagrar a mi familia y mi casa en tus manos. Me reconozco como pecador mi Dios, que he cometido innumerables faltas contra Ti y muchas personas. Te pido que puedas perdonarme, liberarme de toda culpa, pues a vece el dolor o la impotencia me gana y me hace reaccionar con malos actos o de manera impulsiva.

Quiero empezar todo con un corazón limpio, que sea igual al tuyo Señor, libre de pecado y de la misma manera te pido que laves toda mancha que mis familiares puedan tener. Queremos empezar limpios y tener la valentía de no volver a lastimarte ni lastimarnos entre nosotros.

Padre bendito, limpia y lava nuestro hogar de la oscuridad y las manchas del pecado.

Sálvanos de nuestros enemigos, de todos aquellos que se han ensañado por sembrar el mal con calumnias o hasta maldiciones en nuestro hogar. Sostén nuestras vidas bajo tu diestra poderosa, aleja toda infestación que las personas conocidas o desconocidas siembren de manera tangible o intangible en esta casa.

Ayúdanos a poder vivir en paz, a poder descansar con tranquilidad y volver a compartir momentos agradables en mi hogar, que en conjunto podamos progresar tratándonos con mayor comprensión, orando unidos mientras tu amor purifica mi casa y nuestras vidas.

Pues Tú Señor eres mi amparo, me refugio en Ti y en todas tus promesas, expulsa todos los males de nuestro círculo familiar, para que tu misericordia resplandezca por nuestra fe y mi casa sea nuevamente el lugar que te pertenece, te lo pido en nombre de tu amadísimo Hijo Jesús, Amén.