del 2024

Adorado y buen Señor, una noche más ha llegado a mi vida y te doy infinitas gracias porque me permitiste gozar de un día que, aunque tuvo sus altibajos, siempre contó con tu presencia indicándome que no estaba solo en el camino y que siempre me sostienes con tu diestra victoriosa.

Al caer la noche, Señor amado, quiero darte las gracias por un día lleno de tus bendiciones, porque pusiste un plato de comida en mi mesa, porque me diste un sustento para proveer a mi familia, porque hay un techo que me resguarda del frío y sobre todo, porque puedo regresar con los míos, sano y salvo.

Gracias, mi Dios amado, porque es a través de ello que puedo comprender lo grande y bendito de tu amor. Muchas gracias por amarme tanto, Padre mío, gracias por cuidar de mi familia y porque, aunque sé que no tengo grandezas, tengo más que suficiente para pode vivir tranquilo, confiando en tu Divina Providencia.

Ahora, que la soledad de la noche me acompaña, Dios eterno, levanto mis brazos al cielo y clamo a tu nombre, porque eres único, Señor de Señores. Ven y sé mi compañía. No permitas que el enemigo me tiente durante esta noche. Sé el guardián de mis sueños, bendito Señor y líbrame del mal en el poderoso y único nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Oración de la noche para el 29 de febrero
En esta noche. Entrégale a Dios tu debilidad y Él te dará su fortaleza. ¡Confía en el Señor!

Ven a pasearte por mi hogar, Señor misericordioso, ven a irradiar con tu luz cada espacio de mi casa; ven a bendecir puertas y ventanas y cuídanos de todos los peligros que esconde la noche. Guárdanos de las acciones malintencionadas, protégenos de los accidentes, de las desgracias y permite que podamos tener un sueño reparador.

Libera mi mente de los pensamientos que no me permitan descansar en paz, glorioso Señor, llévate lejos aquellos problemas que me quitan el sueño, aquellas situaciones familiares que me llenan de angustia o esos problemas económicos que dan vueltas constantemente en mi cabeza. Señor amado, ven a tomar Tú cada situación que sea motivo de mi desvelo y ayúdame a dormir feliz.

Te entrego todos mis sueños y mis anhelos más profundos, Dios maravilloso, pues sé que en tus manos están en el mejor lugar, pues Tú eres el único capaz de hacer todo realidad. Yo confío en Ti, mi Señor y en lo planes que tienes para mí. Gracias por estar atento a mis súplicas, bendito Padre Celestial.

Gracias por prestar oído a mi oración, mi Dios hermoso, gracias porque ahora sé que me quedo contigo, que Tú me cuidarás mientras repose y que, según sea tu santa y perfecta voluntad, me regalarás un nuevo despertar bendecido por tu piedad. Todo esto te lo pido y agradezco, por nuestro Señor incomparable Jesucristo, Amén.