Oración de la noche para el 26 de Septiembre del 2023

Amado Señor mío, cae la noche y una vez más estoy frente a Ti para entregarte mi vida. Te doy las gracias por permitirme un día más lleno de aprendizajes, pruebas que me hacen más fuerte y sobre todo, por darme este día lleno de bendiciones que reflejan tu infinito amor y misericordia para con cada uno de tus hijos.

Gracias, Padre eterno, por las situaciones que alegraron mi día, gracias por ese momento en el que pude reconocerte en el hermano al que ayudé, en el pequeño al que le sonreí, en el anciano al que saludé. Gracias, bendito Dios, porque todo ello lo guardo en mi corazón, pues es la forma más hermosa de demostrarme que estás ahí a cada paso que doy.

Gracias también por los momentos duros y difíciles que pasé a lo largo de este día. Por mi cansancio, por mis preocupaciones, pues estoy convencido de que encontrarás la forma de hacerme salir de ellas y que al final, podré proclamar tu victoria frente a cada una de estas circunstancia, Señor bendito.

En esta noche, mi buen Señor, te pido por mi familia. Por mis padres, por mis hermanos, por mi esposo, por mi esposa, por mis hijos, por cada una de las personas que la conforman. Derrama, Señor, tus bendiciones sobre ellos, dales siempre la paciencia para no desesperar, para que entiendan que tienes planes para sus vidas. Dales prosperidad en sus trabajos, éxitos en sus proyectos y perseverancia en sus planes, para que se mantengan firmes y no decaigan ante la adversidad. 

Oración de la noche para el 26 de Septiembre
Deja tus proyectos en los tiempos de Dios. Deja tus preocupaciones por un rato, reposa tu cabeza en tu almohada y confía en Él.

Tú conoces sus corazones, haz que puedan siempre salir airosos. No los desampares nunca y en esta noche regálales el descanso que necesitan para que puedan reponer sus fuerzas, para que puedan alivianar sus cargas y queden confiados en que Tú te encargas de ellos.

Perdona las faltas que he podido cometer, pues a veces la debilidad me supera y la duda me gobierna. Perdona mi vacilación, mi falta de convicción y mis decisiones tomadas a medias. Perdona Señor, aquellas ofensas que proferí contra los que me rodean y perdona los malos comportamientos que tuve contra algún miembro de mi familia.

Padre misericordioso, gracias por tu eterna bondad y tu eterno perdón. Dormiré tranquilo porque confío en que Tú lo harás todo, Señor. Confío en que eres el rey de reyes y el Señor de Señores. Caminaré siempre seguro mientras sostengas mi mano con firmeza.

Señor, cuida mi sueño, protege mi vida y libérame de todo pensamiento de recelo, de egoísmo y de envidia. Dame la dicha de tener un nuevo amanecer lleno de oportunidades para ser mejor. Aviva mi entusiasmo, renueva mis energías, dame la alegría de disfrutar siempre un día más a tu lado y a lado de los que amo, en el nombre de Jesucristo, mi Señor, Amén.