Oración de la noche para el 15 de Marzo del 2024

Maravilloso Padre, la noche se acercó para darle fin a este día y me pongo de rodillas para que mi corazón pueda agradecerte por haberme cuidado a lo largo de estas horas. Gracias porque estuviste presente desde que inicié hasta que terminé con mis actividades, acompañándome con tu amigable compañía.

Te quiero dar gracias, por amarme en el cansancio, en la fatiga, porque siento a pesar de todo, una felicidad de poder conversar contigo esta noche. Me siento aliviado de poder estar recostado en esta cama, seguro de todo peligro y protegido con salud, sabiendo que muchas personas no pueden tener esa dicha.

Quisiera Señor, que tu presencia sea tan constante como el latido de un corazón, que no pierda la necesidad de hallarme en Ti y hoy, que a los pies de mi cama, conserve toda gracias que viene de tu mano. Que pueda yo aceptar los momentos inexplicables o tal vez injustos para el mundo, porque solo Tú, mi Dios, sabes lo que realmente es bueno.

Dios bendito, toma todo lo que quedó inconcluso en mis planes de hoy, para que sean retomados con más fuerza y mejor organización el día de mañana.   Quisiera realizarlas con el mayor ánimo de que serán conseguidos con éxito. Bendice cada idea que tenga para un mejor amanecer en mi trabajo, en mis estudios en mi cercanía a los demás.

Esta noche, al finalizar el día, el Señor repone tus fuerzas y renueva tu ánimo.

Te pido perdón Señor, si es que el día de hoy no me comporté con rectitud, lastimando con mis errores a mis hermanos, ofendiéndolos o lanzando alguna palabra que los haya desalentado en el día. Perdón Dios mío, por la inestabilidad de mis emociones, por si en algún momento dudé de Ti y de mis capacidades.

Divino Señor, ayúdame a alcanza tu bendito perdón y misericordia, para poder descansar en calma, con la conciencia de que fue envuelto en tu Gracia y de que puedo tener un despertar lleno de esperanza y oportunidad de mejorar como, hijo, padre o hermano. Acepto mi culpa, acepto los errores que cometí, es por eso que vengo ante Ti para ser un hijo de  nuevo, para no volver a quitarte de mis pensamientos por impulsos de mi sentir.

Ten misericordia de mi, amado Dios, sé que Tú nunca nos abandonas y siempre estás a la espera de volver a tus brazos cual padre amoroso. Con tu misericordia podré intentarlo una vez más, podré levantarme y sacudirme del polvo que manchó mi alma y realizar las cosas de mejor manera.

Gracias bendito Padre, por ver mi flaqueza espiritual y a pesar de eso, llamarme por mi nombre. Sé que mañana tendré un nuevo día para pulir mi esencia, para ser amigos, para cumplir lo que yo he prometido mejorar. Bendice el sueño de las personas que conviven en mi hogar y de las que están lejos de mí. Acompáñame en ésta hermosa noche de la mano de Jesús, el amigo que nunca falla, Amén.