Mi adorado Señor, en esta noche me acerco hasta Ti para clamar a tu protección, pero también para agradecerte. ¡Gracias Dios mío! porque hoy tuviste misericordia de mí y me regalaste un nuevo y hermoso día. Cuántas veces, Señor mío, me has regalado innumerables bendiciones y yo he olvidado agradecerte. Es por ello que, a la luz de la luna y las estrellas, hoy mi corazón se regocija en tu presencia.
Gracias, Señor milagroso, por todo lo que me has dado hoy: la salud, mi vida, mi familia, el plato de comida sobre mi mesa, las oportunidades de trabajo para progresar, el bienestar de las personas que amo y muchas cosas más que día a día pasan desapercibidas con el ajetreo diario.
En esta noche, Dios amado, me doy cuenta de lo afortunado que soy al tenerte a mi lado. Es por ello que clamo a Ti y te suplico que me sumerjas en esa agua bendita de tu Espíritu y me protejas de todo mal. Que en la oscuridad que estos momentos me rodea, pueda ver tu luz irradiando esperanza a mi corazón.
Señor incomparable, como no voy a levantar mis brazos al cielo en esta noche y voy a alabar tu grandeza, si me has dado todo en cuanto necesito y mucho más. Mi corazón se goza en tu presencia y proclamo tus hazañas porque eres grande y tu amor dura para siempre. Y si bien es cierto, a veces las cosas no suceden como lo espero, ahora comprendo que todo sucede según sea tu santa y perfecta voluntad.
Gracias, mi buen Señor, por todos los aprendizajes que me diste hoy, gracias porque sé que en esta noche estás tomando mi casa, puertas, paredes y ventanas y la cubres con tu manto de amor, unión y bonanza. Te pido, con la fuerza del corazón, que tomes a mi familia entre tus brazos y los ayudes a tener un buen descanso. Aleja nuestros problemas y ayúdanos a resurgir unidos con tus lazos irrompibles de paz y tranquilidad.
Por favor, santo Padre, protege mi hogar en esta noche y guárdanos de toda clase de calamidad. Ahuyenta al maligno de nuestras vidas y arranca de raíz toda obra que esté sembrando en nuestras vidas. Líbranos de la enfermedad, de la escasez, de la miseria y en su lugar, ven a colocar alegría, prosperidad y abundancia, Señor bendito.
Y en estos momentos también quisiera pedirte, Señor amado, por aquellas personas que están atravesando problemas y dificultades, por aquellos que no tuvieron hoy un pan que llevarse a la boca y se encuentran en las calles expuestos e indefensos, a punto de dormir con hambre y con frío. Por favor, provee las necesidades de tus hijos y que mañana sea un mejor día para ellos.
Permíteme poder ayudar a quien lo necesita y a prestar ayuda a mi prójimo, Oh buen Señor. Me quedo contigo, porque sé que sostienes mi vida y me guías día a día por el camino del bien. Dame la tranquilidad que necesito y, en esta noche, ayúdame a dormir en calma, sin atormentarme por mis problemas y teniendo la certeza de que Tú te encargas de ellos. Te lo pido y agradezco por Jesús, Salvador nuestro, Amén.