Amado Padre Celestial, te pido que esta noche no me abandones, porque sin Ti, mi descanso no sería placentero. Cuida Padre Santo de mis sueños y aléjame de las maldades y la perdición, pues no quiero divagar ni perderme entre las sombras.
Señor de bondad, hoy es una noche más en la que quiero darte gracias por tu protección y el amor que sentí a lo largo de todo este día; gracias por todas las bendiciones que me das a cada momento, porque no me privas del alimento, porque no me desamparas ni me olvidas. Son tantas tus bendiciones, Padre amado, de las cuales soy testigo y puedo dar fe, porque no me dejas caer y me permites ser feliz a tu lado.
Dios mío, Padre de todo, te pido que la maldad se aparte de mi hogar y que tu luz nos acompañe y resplandezca en el cielo y en la tierra, y en el corazón de todos mis hermanos, como aquel faro que guía a los barcos impidiendo su ruina, del mismo modo guíame, Señor.
Dios misericordioso, te pido que tu amor invada mi alma y que permanezcas en mi vida y en mi corazón para siempre. Confío en Ti y creo en Ti, pues Tú me das la paz que necesito cada día para descansar después de una larga jornada.
Hoy te invito a pasearte por mi casa, Señor, a que tomes puertas, ventanas y cada rincón de mi hogar, para que seas Tú quien selle cada espacio de mi vida, cada habitación, cada área de esta casa que te ama y te adora como su único Señor, como nuestro Dios y Redentor.
Te busco en mi oración porque sé que Tú me respondes, que prestas oído a mis pesares, que tomas mi mano y me llevas hacia Ti. Señor bendito, quiero caminar junto a Ti en cada amanecer, aunque parezca imposible, porque Tú, Padre, conoces todas mis debilidades, pero esta noche vengo a Ti con el corazón lleno de arrepentimiento, para que derrames toda tu misericordia y tu santo perdón sobre mi vida.
Deseo de corazón, Dios de amor, que mis oraciones lleguen a tus oídos, aunque sé que no soy digno de Ti y de tu amor, confío en tu gran poder y sé que contestarás mi oración, porque estoy siendo sincero y abriendo mi corazón hacia Ti.
Quiero culminar esta noche dándote gracias, hermoso Señor, por la vida, por cada miembro de mi familia, por gozar de buena salud y por demostrarnos cada día tu amor con el resplandor del sol y con cada una de las maravillas que nos regalas. Te amo tanto bendito Padre, y espero que mi oración llegue hasta lo alto del cielo, esperando se cumpla tu voluntad, en el nombre de Jesucristo, nuestro Señor, Amén.