Oración de la mañana para el 23 de Junio del 2023

Piadoso y hermoso Señor, hoy despierto en tu presencia con el deseo de mantenerme cerca de Ti y de apartar todos los males que quieran oscurecer mi día. Hoy quiero darte todo mi corazón en alabanza y gratitud, con todo lo que tengo dentro de mi ser.

Hoy tengo un corazón que late con más fuerza y que anhela la pureza que Tú tienes Señor, enséñame a ser como Tú, un vivo reflejo de tu amor, un verdadero testimonio, para llegar a las personas que andan como muertos en vida, sin nada que los motive o los haga ver que son tus hijos.

Que cada palabra exalte tu Nombre, santo Dios, porque haces maravillas donde todo parece perderse, porque tu favor es desinteresado, bendito seas Rey del universo, en Ti puedo encontrar el mejor refugio y alivio a mis penas.

Maravilloso Padre, quiero que sepas todo lo que tengo planeado el día de hoy: sueños, sonrisas, anhelos y grandes metas. Todo ello te lo entrego bellísimo Dios, todo para tu gloria y tu reino, porque te pertenece, porque tuyo soy. 

También te pido por mi hogar, por las personas que habitan en el, que son las más importantes de mi vida. Regálales un día lleno de alegría, de grandes planes y sobre todo, lleno de Ti. Por los que están cerca y los que no tienen la dicha de conocerte aún, nunca es tarde para volver mi Dios. 

Precioso Señor, eres mi única fortaleza, mi castillo y el refugio de mi corazón.

Escucha mis súplicas, por favor Señor, necesito que acojas todas mis necesidades y que nos brindes un espíritu de constante lucha y de alegría de llevar en el corazón el amor más infinito que el ser humano puede tener, el valor de hijo que tenemos delante de tu reino.

Si no es mucho pedir, amado Padre, dame muchas fuerzas para este día que recién empieza, para resistir ante la tempestad, para decirle no al pecado y el valor para no avergonzarme de ser diferente que los demás al seguirte, que mi alma se enorgullezca de tener a la persona que sin esperar nada a cambio, dio su vida entera como la más sublime oblación, por mí y por el mundo entero. ¡Gracias precioso Señor!

Gracias porque tu bondad no conoce de restricciones, no sabe de límites. Pero, nos envuelve de tal manera que todo lo vuelve bello y nos siembra la esperanza de que aún estamos a tiempo de mejorar las cosas, de salvarnos, de hacer un mundo dispuesto a girar en tu entorno.

Padre celestial, todo es tuyo, haz lo que tú quieras de mí. Me entrego a tu voluntad, a lo que tienes hoy preparado para mi, sé que escuchas mi oración aunque a veces no te sienta, pero sé que estás a mi lado porque esa es tu promesa y yo te creo. Doy pie derecho a este día diciendo: Te amo mi Dios, espero en Ti, en el santo nombre de Jesús, Amén.