Oración de sanación de la autoestima

Querido Padre, te amo con todo mi corazón y toda mi mente. Te agradezco por el bienestar que me regalas desde que me levanto hasta que me acuesto, por demostrarme tu amor en cada día a través de muchas maneras y personas. Quisiera tener una manera para poder retribuirte como debes todo el cariño que tienes por mí, pero en estos momentos me es difícil, por no puedo ni conmigo mismo.

Pues ahora, como desde ya varios días, no me encuentro bien, no me siento conforme con nada ni satisfecho con la imagen que tengo. He perdido el valor por mi persona, me han hecho sentir que no valgo, que soy demasiado tímido, espeso, lento, que soy malo en lo que hago y no tengo ni una pizca de gracia.

Solo quisiera que bajes hasta lo más recóndito donde mi corazón se encuentra para que lo toques, lo sanes y lo hagas volver completamente a Ti. Ayúdame a poder obedecer tu Palabra que siempre es la más precisa, sagrada y perfecta, para que ya no siga pensando en todas las cosas que me hacen sufrir y solo enfocarme en Ti.

Padre amado, tu amor y misericordia animan mi alma y reavivan mis ganas de seguir tu camino.

Enséñame  través de tu gracia, como volver a tener una buena imagen de mi, de los soy ante tus ojos, ante los demás, pues aquí ya he perdido el valor. Los insulto y los apodos se me han quedado muy grabados en la mente, como un tatuaje permanente, ya no tengo la seguridad de atreverme a hacer las cosas, por el temor a fracasar.

Padre todopoderoso, te ruego que puedas sanar todo lo que haya quedado herido en mi, que me abraces tan fuerte para que todo lo que haya quedado roto, resquebrajado en mi vida, vuelva a tomar su forma, como Tú lo habías moldeado, te pido perdón porque ni yo sé como poder salir de esta situación.

Ayúdame a poder perdonarme , amarme como Tú me amas y a perdonar a todos los que estuvieron involucrados en las injusticias que cometieron conmigo, en el daño que de alguna manera causaron y yo creía todo lo malo que dijeron de mí.

Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo.

Te pido por las personas que me miraron por debajo de mi valor, por la falta de cariño y respeto de otras, porque últimamente he recibido muchos rechazos de manera consciente e inconscientemente, a veces uno hace daño, no se imagina lo que ha causado y lo hace de malo, pero es muy imprudente.

Ten misericordia de mi Dios de mi vida, me siento culpable y a veces merecedor de todo lo que he ido escuchando y viendo cuando las cosas no me salen bien, me frustra el saber que ya no hago mis actividades con las mismas ganas, ya no abrazo con el alma a la persona. He perdido el interés por tantas cosas, que por momentos me hace sentir mal ese descuido y por otros, ya no me importa nada.

Padre de piedad, hazme sentir cuánto me amas, porque has venido a mirarme desde tu reino. Elevo mi mirada al cielo para que pueda volver a tener la convicción de tu amor, de comprender que nuevamente has dado la vida por mí y por todo el mundo, que por tu redención mis heridas queden sanadas mi Señor, ya no quiero seguir así.

Dios mío, Tú eres lo que me hace importante, tu presencia en mi vida es o que me convierte en el mejor hombre de la tierra.

Establece nuevamente tu amor, tu valentía y esperanza en mi corazón, para que las puertas que abrí al desánimo o al pecado se cierren completamente y para siempre. Te entrego mi vida otra vez, haz lo que quieras con ella porque yo ya no tengo idea de como manejar esta situación.

Solo sé que recurriendo a Ti, por lo menos ya no me hundiré más en el pozo de la decepción, de la falta de querer. Toma lo bueno que haya quedado de mi vida y avívalo con el fuego de tu amor, que pueda consumirse a tal punto de que yo pueda reaccionar, ser limpio y volver a ponerme en pie.

Transfórmame Señor, ven Dios y llena todos mis vacíos, que no quede ningún espacio de mi vida sin tu presencia. Quiero recuperar el amor y la seguridad que perdí para que pueda verme como Tú lo has venido haciendo desde antes de mi concepción, como un ser único, bello, y auténtico, te lo pido en nombre de tu Hijo Jesús, Amén.