Oración para alimentar el alma

Padre bendito, Señor de bondad, me postro ante Ti con el deseo de que puedas escuchar todo lo que provenga de mi corazón y entiendas mi pensar y mis preocupaciones. Me dispongo a estar en tu divina presencia con el espíritu preparado, mi Dios.

Qué hermosura la de tu creación, Padre, pues todo en lo que posas tu santa mano adquiere una divinidad que la hace perfecta. Así, Dios mío, quisiera que fuera mi vida. Libre de los pecados que siempre están acechando, siempre a la espera de la más mínima caída para hacernos tropezar.

Mi hermoso Dios, la vida que tengo es muy difícil a veces y se torna complicada con las diferentes situaciones que van sucediéndose. Pero, Señor, yo me ofrezco completamente a Ti. Te entrego mi vida para que puedas hacer lo que creas mejor con ella.

Oración para alimentar el alma
Señor Eterno, necesito alimentar mi alma de tu Palabra y de tu infinito amor. Sigue a mi lado.

He sufrido en esta vida, amado Padre. He sufrido mucho, pensando y agobiándome por las complicaciones, siendo lo peor de todo que me sentía tan distante de Ti que no podía acudir en tu auxilio. Y me sentía muy mal, en completa soledad.

Pero la inmensa bondad que sólo Tú tienes, Señor, me ha dado una segunda oportunidad y sé que ahora necesito alimentar mi alma con tu cariño y tus consejos, para restablecerme y recuperar las fuerzas que he de necesitar para seguir en la lucha contra las maldades de este mundo.

Pienso, además, en mis hermanos y hermanas en el mundo a quienes les falta sentirse amados y su alma está débil, Señor. Ellos necesitan también de tu poder para reanimarse, para sentirse nuevamente queridos y tener una meta clara por la cual luchar en su vida.

Oración para alimentar el alma
Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón.

Alimenta su alma, mi Padre. Y la mía, Señor. Danos la claridad que necesitamos para vivir día a día con la seguridad de que obramos de buena manera. Es agradable sentir que podemos cumplir con tus mandatos y hacer de nosotros mejores personas.

Te doy gracias, Altísimo, por todas las bendiciones entregadas a mi vida con tanto cariño y amor. Mi amado Dios, reconozco en cada cosa que me hace bien una gran sensación de bienestar, y es porque Tú me has brindado lo que necesito para ser feliz.

Sin embargo, Señor, yo acepto que muchas veces no he merecido todos los obsequios divinos que me has entregado. He fallado cayendo en las tentaciones, olvidándome de agradecer y concentrándome en otras cosas que yo pensé, equivocadamente, que eran más importantes.

Oración para alimentar el alma
Eterno Padre, te pido que puedas concederme un momento especial para alimentarme de tu presencia.

Reconozco mis pecados, Señor mío. Te ruego que me perdones y me puedas mostrar un mejor camino por el cual pueda andar. Y, Padre mío, protégeme siempre de los malos senderos.

Vela por mí y no me desampares. Alimenta mi alma con tu sabio consejo, Padre de sabiduría. Dame la tranquilidad para vivir mi vida en paz y siempre recordándote, porque con la mente en sosiego puedo pensar mejor las cosas y obrar para bien.

Te pido que escuches mi oración, Todopoderoso, en nombre de Jesús, tu hijo amado, el que no dudó ni un segundo en sacrificarse por nosotros para poder salvarnos. Él es el camino, la verdad y la vida. En su nombre te encomiendo mis palabras. Amén.